La contaminación ambiental es un factor clave en la incidencia de enfermedades cardiovasculares. El estudio investigará si los agentes contaminantes alteran la expresión del ADN y en esa lógica, en el futuro se podrían brindar algunas claves de prevención. La investigación es liderada por el Dr. Fernando Lanas.

Al contrario de lo que se puede pensar, no son las neumonías o los cuadros respiratorios los principales causantes de hospitalizaciones o muerte por contaminación del aire, son las enfermedades cardiovasculares, las que se ven agravadas por los altos niveles de contaminación ambiental. Durante los meses invernales, al Hospital Dr. Hernán Henríquez Aravena de Temuco ingresa al doble de pacientes que sufren síndrome coronario agudo (infarto o pre infarto del miocardio)

 Si bien, esto no es algo desconocido para el mundo de la medicina, una investigación liderada por el académico del Departamento de Medicina Interna y del Centro de Excelencia CIGES de la Facultad de Medicina, Dr. Fernando Lanas, plantea que el mecanismo por el cual la contaminación lleva a este aumento de enfermedades cardiovasculares está mediado por mecanismos epigenéticos. Esto último entendido como el conjunto de reacciones químicas y otros procesos que modifican la actividad del ADN, pero sin alterar su secuencia.

“Estas reacciones, podrían estar dadas por todos aquellos contaminantes que respiramos: sulfuros, monóxido de carbono, óxido nitroso, partículas de carbón entre otras, las que penetran al pulmón y vasos sanguíneos. Nosotros postulamos que la sangre que pasa por ellos recoja estas moléculas generando cambios en el ADN”, explica el Dr. Lanas. “Y esto deriva en un proceso inflamatorio que gatilla eventos cardiovasculares”, agrega.

Pero la apuesta del Dr. Lanas es verificar que efectivamente, producto de la contaminación se altera la función del ADN; entonces al cambiar algunas uniones químicas, o bien, la disposición geométrica, permitiría que la información que contienen los genes se expresen de manera diferente. “Si logramos probar esto, podríamos dar algunas claves de prevención y terapias para proteger el ADN”.

Es una idea nueva en el mundo de la Medicina, que el equipo del investigador espera estudiar mediante la evaluación de los procesos inflamatorios entre los períodos de alta y baja contaminación del aire en personas mayores de 50 años con y sin enfermedad cardiovascular que viven en la ciudad. “Vamos a indagar sobre las diferencias en los cambios epigenéticos en las células del tejido de la pared aórtica obtenidas de cirugías de arteria coronaria, tanto en los períodos de alta como de baja contaminación e identificaremos mecanismos implicados en la expresión y regulación de marcadores inflamatorios”.