Estudio de investigadores de universidades de Chile y de La Frontera revela efectos para la salud del trabajo en altura

La investigación encargada por la Superintendencia de Seguridad Social se realizó a partir de un seguimiento a cerca de 500 trabajadores, durante cuatro años, que prestan servicios a seis empresas mineras del país situadas desde el nivel del mar hasta los 4.800 metros de altura. Del estudio participó el Dr. Sergio Muñoz.

En Chile se estima que existen 30 mil trabajadores que ejercen funciones en faenas mineras sobre los 3 mil metros de altura. Con el fin de conocer qué ocurre con el organismo cuando se enfrenta de manera persistente a la altitud geográfica. La Escuela de Salud Pública de la Universidad de Chile se adjudicó una licitación de la Superintendencia de Seguridad Social para realizar el estudio en el que también participa la Universidad de La Frontera.

La investigación “Efectos de la exposición intermitente a gran altitud en la salud de los trabajadores de faenas mineras”, reveló que quienes se desempeñan en condiciones de trabajo en altura, es decir entre los 3 a 5 mil metros de altura durante más de 6 meses a turnos rotativos 7x7 con 12 horas diarias, presentan afecciones como el Síndrome del Mal Agudo de Montaña en el primer día de trabajo o también conocido “mal de altura” con una frecuencia 12 veces mayor que quienes laboran a menos de 3000 mts. Se observó compromisos neurocognitivos reversibles vinculados a la memoria y la concentración; problemas de presión arterial; y 4,4 veces más alteraciones de sueño respecto a personas que están a baja altitud.

La investigación monitoreó las condiciones de salud de cerca de 500 trabajadores provenientes de las empresas mineras clasificadas en tres estratos: estrato alto, expuestos sobre los 3.900 metros de altura, estrato medio entre los 3 mil a 3.900 metros de altura, y estrato bajo, menor a los 2.400 metros de altura. Para ello, se aplicaron encuestas y se realizaron exámenes anuales de sangre, clínicos y pruebas neurocognitivas para medir cómo afecta la altura a su salud y el desempeño en faena.

“Con este proyecto, buscamos entregar evidencia científica sobre los efectos crónicos secundarios a la exposición laboral intermitente a la altitud geográfica, con el fin de regular las condiciones de trabajo, los tiempos de permanencia en altura y los turnos que sean menos dañinos para ellos, y así se puedan implementar medidas o políticas públicas al respecto”, enfatiza la directora del proyecto, quien pertenece a la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Chile, Nella Marchetti.

Para el académico de la Universidad de La Frontera y parte del equipo de investigadores, Dr. Sergio Muñoz, este estudio “demuestra que los empleados del sector minero trabajan de una manera biológica distinta, siendo la intermitencia, es decir tener que estar 7 días en faena y otros 7 en residencia (a nivel del mar), uno de los principales problemas debido al brusco proceso de aclimatación. Esto se traduce en cefaleas, mal dormir, fatiga y problemas de atención y concentración, entre otros”.

Entre las soluciones que presenta el equipo de investigadores para disminuir los riesgos está la opción de oxigenar los campamentos o bajar las instalaciones a una menor altitud para facilitar el sueño, junto con la evaluación de medidas para mitigar la presencia del Mal Agudo de Montaña que considera preaclimatación en faena y el uso de medicamentos para combatir los síntomas.

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