La matrona docente de la carrera de Obstetricia y Puericultura, Katherine Reidenbach Navarrete narró su historia. Su experiencia con una compleja enfermedad que comenzó el 26 de octubre del año 2022 y que marcó un antes y un después en su vida. Ese día se le entregó el siguiente diagnóstico: carcinoma ductal invasivo. Cáncer de mama. Sin embargo, esta dolorosa historia ha tenido un final feliz. Katherine enfrentó con valentía este agresivo cáncer en etapa 3 con metástasis dérmica, al que logró derrotar y que en la actualidad está en remisión.
Katherine Reidenbach es matrona de profesión. Tiene 37 años y un hijo, Manuel Alonso, de 13 años. Es docente de la Universidad de La Frontera desde el año 2016, adscrita al departamento de Salud Pública, donde trabaja de manera directa con estudiantes en actividades docentes y prácticas en los ámbitos hospitalario como comunitario.
“Vivir el cáncer de mama significó un antes y un después en mi vida. Retomar las actividades cotidianas no fue fácil, pero enfrentarlo con resiliencia me permitió sobrellevar el proceso y resignificar la experiencia. He aprendido a aceptar los cambios físicos y emocionales como parte de mi historia, sin dejar que me definan. Hoy elijo continuar mi camino con una nueva mirada, valorando lo simple y acompañando a otras mujeres que atraviesan este desafío, recordándoles que la vida sigue, con fuerza y esperanza”, explica.
Este valiente testimonio fue entregado por Katherine en la ceremonia del 23 de octubre, pero además en los últimos meses participó de reuniones con estudiantes, administrativos y académicos; dictó charlas en distintos centros de salud de diversa complejidad y departamentos de salud municipal, tanto de Temuco como de otras ciudades de La Araucanía. Conversó con funcionarios de la seremi de Salud, lideró actividades de la carrera de Obstetricia y Puericultura en el Hospital. Una nutrida agenda con Katherine como valiosa protagonista.
“Una de las cosas más importantes es tomar verdadera conciencia de nuestra salud. El ritmo acelerado de la vida muchas veces nos lleva a dejarla en segundo plano, sin darnos cuenta de lo esencial que es. En mi caso, no pude prevenir el tener un cáncer de mamá, pero consultar a tiempo y gracias a una detección oportuna, sí pude salvar mi vida. Hoy valoro profundamente haber podido sobrellevar una experiencia tan significativa y aprender a reencontrarme con la felicidad en las cosas más simples de la vida”, agrega Katherine.
“Esta es una enfermedad donde es fundamental prevenir, por lo que significa el amamantamiento, por la femineidad, y porque es muy importante la prevención desde adolescentes para que la persona se aprenda a conocer y realizar los controles posteriores, así como los exámenes anuales. La matrona es fundamental para la educación, consejería y prevención”, aseguró la secretaria académica de la Facultad de Medicina, Mg. Giselle Fetis.
El cáncer de mama se puede prevenir y también se puede derrotar. Katherine es la exitosa prueba de ello.
