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Premio Trayectoria Académica 2007 “Es un Honor y una Gran Responsabilidad”

Premio Trayectoria Académica 2007

"Es un Honor y una Gran Responsabilidad"

Recibió la mayor distinción que la Universidad de La Frontera entrega a quienes han prestigiado la institución, el Dr. Benjamín Stockins Fernández -Premio Trayectoria Académica 2007- toma este reconocimiento con un sentimiento de renovado compromiso hacia la Universidad que ha servido por más de 30 años.

Una jornada diaria de 15 horas no es novedad para el Dr. Benjamín Stockins Fernández. Entre el servicio público, la docencia, la investigación, la consulta privada y las actividades de gestión que realiza en entidades de connotación nacional, cabe preguntarle si queda tiempo para disfrutar con su familia. “Siempre tratamos que así sea”, responde aún con energía para una entrevista.

La distendida conversación va desvaneciendo la imagen seria que proyecta a primera vista este médico egresado de la Universidad de Concepción y especialista en cardiología. Más bien se da oportunidad para bromear cuando es preciso, sonreír y manifestar su profundo sentimiento por el Premio Trayectoria Académica 2007 que recibió de la UFRO. “Me siento tremendamente honrado, porque se privilegió mi nombre entre muchas personas que han entregado tanto a la Universidad ”. Pero sobre todo, asume este reconocimiento como un nuevo compromiso con la institución. “Por cierto es una gran responsabilidad también. Para mi representa un compromiso y la responsabilidad de seguir sirviendo en forma significativa a la Universidad a través de las acciones académicas”.

Benjamín Stockins Fernández llegó a la UFRO en 1973 y le correspondió ser docente de la primera generación de médicos egresados de Temuco. El mismo año comienza sus labores en el Hospital Hernán Henríquez de esta ciudad, donde actualmente dirige el Centro Cardiovascular.

Realizó estudios en Alemania, Inglaterra y Canadá becado por la Fundación Alexander von Humboldt, el Consejo Británico, y la Agencia Canadiense Internacional de Desarrollo, respectivamente. Hasta la fecha ha cumplido variadas funciones en ámbitos diversos. Fue Decano de la Facultad de Medicina entre 1990 y 1996, ha integrado numerosos comités universitarios como el Consejo de Facultad de Medicina, Consejo Universitario, Junta Directiva, Desarrollos UFRO y el Claustro Académico Universitario. Pero además forma parte de la Comisión Nacional de Investigación en Salud (CONIS) y del Consejo Consultivo Nacional del Plan AUGE.

Factores de riesgo de enfermedades cardiovasculares, insuficiencia cardíaca y cardiopatía coronaria son sus líneas principales de investigación. Ha participado en más de 140 publicaciones en revistas especializadas, capítulos de libros y presentaciones en importantes eventos nacionales e internacionales.

Este padre, esposo, hijo, se define emprendedor y sus alumnos lo califican como un profesor excelente y exigente. Reconoce que si no hubiese sido médico probablemente sería profesor básico: “Enseñar es una veta muy grata para mi”. En esta entrevista no le incomoda compartir sus vívidos recuerdos, sus sueños y motivaciones, y manifestar la clara percepción que tiene sobre la enseñanza y el ejercicio de la medicina.

¿Prefiere docencia, investigación, o servicio público?

Una combinación de todas. Tal vez en un momento de mi vida la investigación jugó un rol más importante, pero hoy lo que más me gusta es hacer gestión, por esa razón también estoy en tantos comités en Chile.

¿Qué le atrae de la gestión?

Que se pueden lograr muchas cosas, por ejemplo cuando llegué al Hospital toda la tecnología que había era un electrocardiógrafo. Hoy Temuco es referente en el sur de Chile en cardiología completa. El grupo que constituimos en Temuco logró formar un centro equivalente en capacidad técnica a cualquier hospital en Santiago.

¿Qué lo motiva en docencia y en servicio público?

La docencia siempre me gustó, incluso antes de terminar el colegio pensé en ser profesor primario. Por otro lado, pienso que si uno estudia medicina, el servicio público es inherente a la carrera, y también a la mayor parte de los funcionarios formados en cierta época del país, cuando el Estado tenía un rol predominante y la parte privada era muy limitada. Por lo tanto, antes el servicio público era el sentido de la medicina.

Y ahora, ¿Cómo es la formación de los médicos en el plano humanista?

Uno enseña medicina a personas insertas en un medio, es decir, la parte valórica es limitada al medio en que vivimos, es difícil abstraerse de eso. Pero en medicina se trata de enseñar valores éticos, valores sociales. Actualmente la enseñanza de la medicina es tutorial, entonces la ética debe ser dada por los docentes en su que hacer diario, toda otra clase de ética es palabra muerta en mi opinión.

¿Un sueño no cumplido?

No haber desarrollado una línea de investigación más sólida y permanente, en cierto modo porque cuando me integré a la Universidad el momento político nos exigió cumplir muchas funciones. De hecho cuando llegué de Alemania en 1979 –donde toda mi formación fue en investigación- tuve que asumir de lleno actividades académico-administrativas, pues existía una escasa planta académica.

¿Y un anhelo?

Si bien estoy conforme, me gustaría seguir desarrollando académica y asistencialmente al grupo en el cual estoy inserto y que tiene que ver con la cardiología y la cirugía cardiaca en Temuco. También quiero seguir formando estudiantes de medicina de la mayor calidad y seguir colaborando en gestión en la Universidad.

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