Biblioteca UFRO Nominada Horacio Núñez Stulzel
Con el propósito de perpetuar la memoria de uno de los pioneros de la Universidad regional, la Universidad de La Frontera bautizó a su Biblioteca Central con el nombre de Horacio Núñez Stulzel, fallecido en agosto de 2006.
"Su vida fue hacer universidad", coinciden familiares, colegas, alumnos y quienes conocieron al profesor Horacio Núñez Stülzel, un hombre que llegó a Temuco en la década del 60 enviado por la Universidad de Chile para hacer realidad una sede regional, y que desde ese momento desarrolló una intensa labor como directivo, docente e investigador de la Universidad de La Frontera.
Si bien fue reconocido en vida por esta Casa de Estudios Superiores con el máximo galardón que otorga a sus académicos, Premio a la Trayectoria Académica 2004, ahora la UFRO designó con su nombre la Biblioteca Central , epicentro del conocimiento universitario.
El propósito es perpetuar su memoria, pues "una universidad que no recuerda, no adquiere conciencia de su progreso; una organización que no agradece, no logrará comprometer a su comunidad", señaló el Director de la Biblioteca , profesor Roberto Araya, en la ceremonia de nominación.
Académico Pionero
El profesor Horacio Núñez se desempeñó como Director del Colegio Universitario y del Centro Universitario en Temuco, también fue Vicerrector de la Universidad de Chile, sede Temuco, a partir de 1968. En ese tiempo gestionó diversas construcciones como la planta física de las unidades de biología, física y matemáticas, el jardín infantil, el primer gimnasio universitario, los edificios Irma Salas, Hernán Herrera, Ciencias de la Salud y la planta física destinada a la instalación de la Escuela de Medicina de la Universidad de Chile. También le correspondió la instalación y desarrollo de los hogares masculino y femenino, hogar universitario para estudiantes de medicina, formación de conjuntos de teatro, folclore y coro universitario, entre muchas acciones relevantes.
Pero el profesor Horacio Núñez es recordado especialmente por su cercanía con las personas, con sus alumnos, ayudantes y colegas, y por su pasión hacia la docencia. “Estoy comprometido en la herencia con la vocación educacional y por lo tanto, cuando hago clases, las hago desde el alma”, se escuchaba decir.
Con 71 años y 45 dedicados a esta Casa de Estudios, el profesor Horacio Núñez queda en la historia de las grandes personas que han construido esta Universidad regional y, sobre todo, de aquellos que dejan por legado una enorme vocación.
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