Actividad Física: ¿Qué debemos hacer?

En el marco del Día Mundial de la Actividad Física, el académico de la carrera de Kinesiología y del Departamento de Ciencias de la Rehabilitación, Francisco Soto Rodríguez, informó sobre esta trascendental actividad. Soto es kinesiólogo formado en la UFRO, magíster en Educación Física, mención Condición Física y Vida Saludable, y candidato a doctor en Medicina Clínica y Salud Pública de la U. de Granada, España.

1. ¿Qué tan físicamente activos o inactivos somos los chilenos?

Bastante inactivos, según la última encuesta de actividad física y deporte de nuestro país publicada en 2019, solo dos de cada 10 chilenos práctica actividad física según lo recomendado por la Organización Mundial de la Salud (OMS). Sin embargo, la lectura tampoco debe ser del todo pesimista, ya que los datos de inactividad física han mostrado una baja importante en la última década. Esto se podría explicar por la influencia positiva que generan algunas redes sociales en la promoción de la actividad física, la concientización de la población por efecto del trabajo de los profesionales sanitarios y de educación, y otros factores como las mejoras en la infraestructura de plazas y espacios de recreación dentro de las ciudades. Aun así, nos queda mucho trabajo por delante para llegar a niveles de países OCDE.

 

2. ¿Qué beneficios nos trae realizar actividad física en el día a día?

Antes de responder a esa pregunta es saber que la actividad física, no siempre es equivalente a practicar deportes. La actividad física corresponde a todas aquellas actividades que implican movimiento y que nos generan un gasto energético mayor al que tenemos cuando estamos en reposo. La actividad física se puede practicar de forma continua durante nuestro día y no únicamente durante el tiempo libre. Es así como, una persona puede practicar actividad física como transporte (por ejemplo, caminar o ir en bicicleta al trabajo), en las labores domésticas (hacer la limpieza de la casa, cortar el césped, arreglar las plantas o hacer la huerta), o también en el trabajo. En efecto, muchos trabajos implican la realización de movimientos continuos, pero también, muchos otros son de tipo inactivo (como los trabajos de oficina), sin embargo, con la realización de pausas activas o interrupciones regulares del tiempo sentado se pueden sumar minutos de actividad física. Ahora bien, los beneficios de la actividad física han sido reportados ampliamente en la literatura científica y aquí la evidencia es clara y tajante; la actividad física tiene efectos beneficiosos no sobre la salud física, sino también, psíquica, emocional y también en nuestras relaciones sociales.

Si nos detenemos en lo referente a la salud física, sabemos con certeza que las personas que cumplen con las recomendaciones de actividad física tienen menor probabilidad de tener infarto agudo al miocardio, de desarrollar hipertensión y enfermedades metabólicas como la resistencia a la insulina, diabetes u obesidad y menor probabilidad de desarrollar enfermedades neoplásicas (cáncer). Además, la práctica regular de actividad física se ha relacionado a un mejor envejecimiento, permite un mejor desarrollo musculoesquelético, mejora la coordinación y el equilibrio, y otros beneficios. Es importante destacar, que la práctica regular de actividad física también tiene efectos sobre la salud mental. Diversos estudios han reportado sus efectos positivos sobre el sueño, el control de la ansiedad, el tratamiento de la depresión, la memoria y la cognición.

 

3. ¿Cuánta actividad física debo realizar para obtener estos beneficios?

Según la OMS, la actividad física en personas mayores de 18 años debe practicarse de forma regular, entre 150 y 300 minutos de actividad física de tipo moderada, o bien, entre 75 a 150 minutos de actividad vigorosa a la semana. Cuando hablamos de actividad física moderada, nos referimos a cuando nuestro corazón va más rápido de lo habitual, la respiración aumenta en frecuencia y nuestro cuerpo comienza a sentir un poco de calor. En el caso de la actividad vigorosa, estas sensaciones están aumentadas en intensidad. Aquí hay una salvedad, no es necesario que se practique toda la actividad física de una sola vez, ya que se puede ir acumulando en periodos de 10 minutos, y así, en un día se pueden llegar a los 30 o 40 minutos, realizando estos periodos en distintos momentos del día. Esto es particularmente importante, ya que la principal razón que reportan los chilenos para no realizar actividad física es la falta de tiempo. Un último mensaje, ¡todo movimiento cuenta!, si bien, mientras mayor intensidad, generalmente los beneficios son mayores. Estudios recientes muestran que actividades ligeras y muy sencillas, como interrumpir el tiempo que estamos sentados con una caminata ligera, o incluso, ¡con el solo hecho de levantarnos!, tienen importantes beneficios en nuestra salud vascular, musculoesquelética y cognitiva. Por eso el mensaje es, muévete todo lo que puedas, todo movimiento cuenta.

 

4. ¿Cuál es el rol de los kinesiólogos en esta área?

La promoción de la actividad física a través de actividades de educación efectiva a la población sana y aquella que cursa con alguna condición patológica. Las actividades de educación no solo involucran aconsejar, sino facilitar el aprendizaje continuo que permita la modificación de hábitos, para que la práctica regular de actividad física sea parte de la vida de las personas. Además, es necesario destacar que los kinesiólogos tienen la formación profesional especializada para realizar prescripción de actividad física o bien generar planes de ejercicio en función de las necesidades sanitarias de un individuo o grupo de individuos con características particulares.

 

 

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