Un gran aporte al trabajo del PIRI fue el que desarrollaron las tres estudiantes de la carrera de Psicología que desarrollaron sus prácticas profesionales en los espacios de trabajo de las comunas y territorios donde se despliega este emblemático programa.

La práctica de los y las estudiantes de psicología constituye el requisito final antes de su titulación que se realizará en diciembre de este año. Martina Rebolledo Tosi (PIRI Carahue), Crístal Rosas Filún (PIRI Melipeuco) y María Fernanda Toledo Riffo, (PIRI Los Sauces) fueron las encargadas de retomar esta antigua tradición que comenzó durante los años 90 y que en esta temporada se reactivó con el trabajo entre el PIRI y el departamento de Psicología.

Marcelo Carrasco Henríquez, coordinador del PIRI explicó que “hace años tuvimos estudiantes de esta carrera y este año una iniciativa de académicos del departamento de Psicología, permitió que se incrementaran nuestras relaciones y su participación en el PIRI. Lo anterior posibilitó la práctica de estudiantes durante todo el 2025 en los territorios de cordillera, Lafkenche y de Malleco”.

“Pudimos constatar la importancia de esta presencia a través de la investigación y de las distintas acciones de las estudiantes que, junto al resto de los integrantes del PIRI, trabajaron con adultos mayores y en colegios, con el objetivo en la salud mental y con el cuidado que es integral porque esto conlleva procurar el bienestar. Este tema fue solicitado por las municipalidades y su presencia nos permite atender un requerimiento que contiene una serie de áreas”, agregó Carrasco.

Este trabajo, se espera que sea el puntapié inicial de una nueva colaboración. “Esperamos mantener e incrementar la presencia de psicología. Producir investigación y acciones propias de las funciones universitarias que vayan en beneficio de los territorios para contener, cuidar y prevenir. Podemos contribuir desde la economía, humanidades, desde las ciencias de la salud, desde la educación. El PIRI se sigue enriqueciendo y esperamos sea con más áreas”, cerró Carrasco.

ESTUDIANTES

Las tres estudiantes que participaron de esta primera experiencia entre la carrera de Psicología y el PIRI valoraron positivamente su experiencia de ocho meses de duración y afirmaron que fue la mejor decisión desarrollar su práctica en el PIRI por las amplias posibilidades que ofrece.

Martina Rebolledo. “En la carrera nos dividimos en cuatro áreas: clínica, educacional, organizacional y comunitaria. En Carahue trabajé en el área clínica y fue una de las mejores decisiones para hacer mi práctica, pero también tuve mucho trabajo comunitario donde siempre complementamos la psicología con otras áreas. Reactivamos el huerto en el Cecosf, hice práctica en los Cesfam de Trovolhue y Carahue, y en postas rurales”.

Crístal Rosas. “Fue un desafío adentrarse porque como es APS se ingresa a esta dinámica de apagar incendios. Había que “lanzarse” al trabajo, pero, además, se daba la conversación durante las tardes en la casa PIRI donde le consultaba a mis compañeros sobre otras cosas para complementar el trabajo. Fue una experiencia muy valiosa participar del PIRI”.

María Fernanda Toledo. “Esto no se había hecho en la carrera e íbamos a ciegas a una práctica donde estaríamos en una especie de internado con más estudiantes de la Facultad de Medicina. Había que apostar cómo sería porque nadie conocía el PIRI en psicología y por eso había que “lanzarse”. Mi experiencia fue muy fructífera. Uno se puede desarrollar en el área comunitaria como clínica que son áreas gigantes de la psicología y se aprende de todo. Te adaptas a las condiciones del lugar donde hay pocos box en el Cesfam, hay que ver horarios con los profesionales para tener espacios y poder atender. Lo que más se aprende en esta práctica es adaptarte a los medios que tienes”.

Las tres estudiantes afirmaron. “Es una evaluación muy buena. Sufrida pero positiva. Nos dieron mucha libertad de organización. La recomendamos totalmente ya que te puedes desarrollar en la psicología, pero también en la organización del trabajo, el PIRI te abre la mente y pudimos conocer la realidad de otras áreas. Trabajamos en formación de monitores en salud mental de personas de la comunidad en Trovolhue y llevamos la Universidad lo que fue un hito. Trabajamos en Los Sauces con los adultos mayores, con Mejor Niñez, charlas en liceos y aportamos en ámbitos de violencia en el pololeo, abuso sexual, prevención del consumo de drogas y alcohol. Articulamos el trabajo de distintas organizaciones y exploramos distintas formas de hacer psicología en Melipeuco”, cerraron.